martes, 29 de mayo de 2012

¿Música experimental o música polémica?



Realmente, ¿cuántos de nosotros no denominamos música experimental a la música que nos gusta escuchar? ¿Es la música experimental una vía de salida para catalogar la de diferente a la música que consideramos ‘’no comercial’’ a los poco entendidos?
Esta tarde estuve leyendo un fragmento de un artículo que escribió Jhon Cage, el famoso compositor de 4:33, la obra-silencio. En él, se apresuraba a plantear la existencia de la música experimental, y añadía que en un principio no creía en la existencia de ella. Es decir, que la música experimental, el experimento, es lo que había antes de crear la obra, en palabras textuales, ‘’como los bocetos predecen a las pinturas y los ensayos a las representaciones’’. Aunque con el paso del tiempo se dio cuenta de que la música experimental es aquella que él disfruta y degusta, ya fuera compositor de la misma o no.
Yo discrepo un poco con esta opinión, no toda la música con la que podamos disfrutar puede considerarse experimental. Aunque también me arrimo un poco a su opinión en el sentido de que toda la música es fruto de un experimento. Es un poco ambigua esta denominación, al menos para mí.
Muchos críticos musicales de la época denominan música polémica, o incluso se alejan de llamar música a muchas de las obras que yo considero experimentales. ¿Quizá el tema de las etiquetas se englobe también en una cuestión de gustos?
La música experimental, por seguir tirando del grande Jhon Cage, no es más que una cuestión de sonidos. De ruidos. De silencios en la música, pero no en el ambiente.
Es cierto que música experimental, por norma general, se denomina a aquella que ofrece algo nuevo y original, en lo que se refiere a sonido, como hicieron Björk o Pink Floyd, pero no toda la música experimental tiene por qué se extravagante. Una música popular enfocada de otra manera también puede ser experimental. Una versión rock del Canon de Pachelbell, para mí, es experimental, así como cada una de las obras que tocó Jimi Hendrix en el Woodstock, haciendo rugir su amplificador en un ruido nunca antes escuchado, quiero decir con este ejemplo, que sonaba ‘’bonito’’, sonaba ‘’bien’’. No, que cuando nos referimos a la música experimental hoy día ‘’es aquella música que suena disarmónica y rara, que puede gustar o no, pero es rara’’. A nadie le pareció raro en el sentido ‘’mal’’ lo que hizo Jimi Hendrix.
El sonido es el sonido, y todo el mundo puede verse capaz a experimentar con él. No por hacer sonidos ‘’fáciles’’ deja de ser música experimental, y tampoco por hacer sonidos ‘’incongruentes y disonantes’’ pasa a convertirse en ella, o a clasificarse de polémica.
Desde mi más humilde opinión, creo que la música experimental y la música polémica no se encuentran en la misma órbita del átomo gigante que es la música (aunque puedan darse ambos casos).

domingo, 27 de mayo de 2012

Una historia de amor al son de Miss Caffeina



La noche empezó como una noche de verano cualquiera, entre las paredes de la BoogaClub, continuando el evento que empezó con Zahara, y acababa con Miss Caffeina.
De nuevo les teloneó el músico granadino Fe, que de nuevo, no tuve el honor de escuchar.
Esta vez, entre concierto y concierto, los Djs se lo curraron un poco más, pinchando temas de laCasa Azul o Nacho Vegas.
Ya llegó entonces el momento de Miss Caffeina.  Advirtieron que a pesar de que dijeron que no iban a continuar la gira, esta ocasión era diferente. Así que no se limitaron a presentar su nuevo disco, sino que alternaron canciones del disco con otras de Eps, y hasta versiones.
Abrieron boca con el tema Cabaret. Al ser un concierto acústico esta canción perdió mucha fuerza, pero esto no fue ningún inconveniente para que los chicos de Miss Caffeina supieran desenvolverse como sabían. La voz de Alberto inundó la sala completamente, mientras Sergioacompañaba a la guitarra y Antonio al bajo. Continuaron con La Ley de la imposibilidad del fenómeno, canción que el público silbó, bailó y aplaudió hasta casi perder las fuerzas.
Así vino 3000, uno de mis temas preferidos de este grupo. El rollo acústico y el ambiente de la sala convirtieron este momento en un momento muy especial. Lenta pero con mucha fuerza nos hicieron corear hasta los mismo coros de Sergio.
Continuaron con temas como Ley de la gravitación universal, o Perfecto, que sonaron algo vacíos al ser un acústico, pero tampoco terminaron de decepcionar.
Otro de los puntos fuertes de la noche fue el momento precioso de N=3. Esta canción pareció ser fácil para el trío, y para nosotros fue perfecta.
Aquí vino el plato fuerte para muchos de la sala, Lisboa. Con cambios pero correcta, esta canción sí la vi yo un poco falta de fuerza.
Así vino La guerra, seguida de la Qué sabe nadie, una versión de Raphael. Anunciaron que quizá esa sería la última o penúltima vez que la tocaban, a pesar de haberse convertido en un himno para los asistentes a los conciertos de la banda.
N=1, o La misión fueron las canciones que iban cerrando el concierto.
Entonces, aquí comenzó la historia de amor, en Mi rutina preferida. Al comenzar la canción, todo fue bonito, la hicieron muy suave y lenta, como es en realidad, y fue acabando la canción, cuandoSergio y Antonio continuaron tocando la melodía y una chica, Julia, subió al escenario. Con la banda sonora del tema de fondo, y una sala llena de personas expectantes, dio uno de los discursos de amor más sinceros, cotidianos y bonitos que he escuchado en mi vida. Así tuvo el valor de ser ella quien pidiera matrimonio a su novio, allí presente. Este momento emocionó a toda la sala, haciendo incluso llorar a algunos de los allí presentes. La banda terminó de tocar el tema mientras la pareja se daba un abrazo eterno que seguramente duraría el resto de sus vidas.
Aquí, Miss Caffeina hizo algo que no me gustó nada. Se fueron del escenario, pero antes pidieron que les pidiéramos un bis, que aplaudiéramos y pidiéramos otra, que no nos fuéramos. Sinceramente, me fui.

sábado, 26 de mayo de 2012

Zahara en Booga Club


Texto para: El enano rabioso

Ayer empezó la primera parte del evento que se ha montado la Booga de Granada este fin de semana. Consistía en un doble concierto, Zahara el 25 de mayo y Miss Caffeina el 26.
Bueno, pues llegó el día de Zahara. Le teloneó un chico que se hace llamar Fe. Pero desgraciadamente sólo pude llegar para el último tema. Tras unos 15 minutos de espera entre concierto y concierto (donde los Djs de la Booga se lucieron repitiendo una y otra vez en ese tiempo la misma canción de Anni B Sweet).
Zahara (y Sergio de Miss Caffeina acompañándole a la guitarra), en formato acústico, comenzó con uno de sus mejores temas (para mí), este era Mi habitación, un himno del pop completamente. Durante el concierto, la nueva (rubia) Zahara, bromeó más de una vez sobre su repertorio tan ‘’ñoño’’ y lento, que no decía mentira alguna, pero supo desenvolverse a la perfección.
Comenzó a presentar su nuevo disco con El universo, el primer tema de La pareja tóxica.
Advirtió que tenía el repertorio separado en dos, ‘’una parte ñoña y otra más bailonga y divertida’’. Y así fue. En esta primera parte continuó con General Sherman y como Sam Bell volvió de la luna. Antes de cada canción contaba la historia de la creación de esta, cosa con la consiguió la confianza y las risas del público. Continuando con temas como Camino, Frágiles, Del invierno, o AdiósZaharaconsiguió emocionar al público, hasta el punto de crear el silencio en la sala.
El final de la primera parte del concierto culminó con Tú me llevas. Y así comenzó la segunda parte, con una historia de interludio entre tema y tema, y con un regalo de un póster por parte del público llegó El leñador y la mujer América. Siguieron con Mariposas, que pidieron al público que cantara con ellos. Fue un exitazo esta canción. Muy divertida hizo bailar y corear al público como hasta el momento no lo habían conseguido. Tras esto se arrancaron con una versión de Jhon Travolta, el famosísimo tema de la película Grease. De una forma muy original el dúo consiguió las alabanzas, al menos por mi parte, tras esta representación. Además Zahara añadió que gracias a este hombre ahora era rubia, cosa que provocó las carcajadas de los asistentes. Así continuó con sus hits, con temas como Merezco, Funeral o La Mujer Mayúscula y el Mar.
El concierto de Zahara fue un verdadero éxito, y esta noche nos esperan en BoogaClub una cita con Miss Caffeina, que esperemos que dejen el listón a la altura.

El arte del ruido


Texto para: Live the roof

Fue leyendo detenidamente un artículo de Luigi Russolo, exquisitamente llamado El arte de los ruidos, que representa en forma de carta dirigida al director futurista Balilla Pratela, cuando me paré a pensar si realmente el ruido podría ser un arte.
Cuando hablo de ruido, me refiero desde sonidos inarmónicos, acordes disonantes, melodías sin sentido armónico (que es en lo que se basa Luigi Russolo fundamentalmente en su artículo), hasta sonidos estrambóticos, acoples, sintetizadores en función de estruendo, pitidos, golpes…
El ruido siempre se ha considerado algo molesto para el oído, y la definición es tal, pero, ¿por qué algunas canciones de Los planetas, llenas de sonidos envolventes pero incluso desagradables, como el inicio de ‘’De viaje’’ puede llegar a resultarnos placentero?
Si ahondamos más en el tema, y nos movemos por el ámbito orquestal, podemos observar que las orquestas renacentistas ofrecían un sonido crudo, pero bastante redondo, armónico, y pretendían sacar los más perfectos sonidos de sus instrumentos; ya con las orquestas barrocas la cosa mejora, en calidad de sonido, mucho. Grupos instrumentales muy compactos y acordes con el tema; qué decir del romanticismo musical, con sus preciosos nocturnos tan armónicos, o las combinaciones perfectas entre voz e instrumento en sus óperas. Como se puede ver, en torno a lo que buscaban, tal como pasaba el tiempo, la música iba evolucionando, pero, ¿qué paso en las Vanguardias? ¿Sigue siendo evolución? Disarmonía. Es cierto que la acogida de este tipo de música fue mucho más dura, pero aun así se valora hoy día como cualquier otra época. A día de hoy, los sintetizadores, los samplers, los acoples, las distorsiones están muy presentes en la música. Incluso en las orquestas actuales, se busca muy cercanamente el ruido disarmónico. ¿Quiere decir esto que el siguiente paso hacia la perfección desde la perfecta Traviata de Verdi es la completa disarmonía de su misma obra?
Realmente, ¿cuántos de nosotros no hemos disfrutado con el simple ruido del mar, del río, del viento? Es considerado ruido, no es armónico, sin embargo es muy bello.
El ruido bien tratado, como muchos habréis observado puede llegar a ser tan placentero o más de lo que puede hacer vibrar una orquesta sinfónica representando cualquier concierto de Vivaldi. Podríamos llegar a pensar que ha sido simple influencia de modas, o educación de nuestro mismo oído para adaptarnos a todo lo que podemos encontrarnos, pero , ¿y si es algo más?
La búsqueda del ruido perfecto podría haber finalizado, si nos paramos a pensar que muchas de las canciones que muchos de nosotros consideramos maravillosas están impregnadas de ruidos, disonancias o golpes.
Con esto, podríamos reflexionar un poco en que, si hemos conseguido valorar ruidos como los que hoy valoramos, ¿quién sabe si en algún futuro no podríamos considerar maravilloso, por ponernos a exagerar, el ruido de una taladradora bien introducido en alguna canción del grupo que se convierta en artista revelación?

lunes, 30 de abril de 2012

La música y el sexo


La música y el sexo.

¿Puede la música provocar la excitación sexual por sí sola?

Seguramente muchos de vosotros habéis soltado alguna vez una frase parecida a ‘’Esta canción es una canción para hacer el amor’’. La primera vez que yo pensé eso fue con la canción Cold Water, de Damien Rice. También es muy posible, que muchas otras os hayan inspirado en algo sensual, como Voulez-vous coucher aver moi, ce soir?, de Lady Marmalade, que por normal general recuerda a una mujer desnudándose eróticamente.

Pero el tema que quiero tratar en este texto no es el mero hecho de a qué nos puede recordar o no una canción, es lo que puede llegar a transmitirnos.
El otro día, en un concierto de blues/rock, la banda se llamada A Love Electric, cuyo componente principal era Tedd Clouser, una canción me excitó; como lo oís.
La verdad es que nunca había pensado en la idea de crear una canción que se asemejara al acto sexual en sí, pero he comprobado que es posible. Además, investigando un poco descubrí que muchas canciones de los guitarristas más prestigiosos del mundo, como una canción que Steve Ray Vaughan dedica a su mujer en su concierto Live at Mocambo, están inspiradas en el mismo acto sexual, con sus altibajos y su final apoteósico (o no). Es cierto que estas composiciones son puramente instrumentales, y quizá es más fácil dejar volar la imaginación y lanzarte a cualquiera de los sentimientos de la vida misma, así como Beethoven supo envolvernos en su primavera personal con su 6º sinfonía.
Pero, independiente de la letra, ¿podría darse esto en el pop?, a no ser que la canción dada cuente una historia en sí, por supuesto. Es decir, ¿una canción ‘’popera’’ podría llegar a transmitir este tipo de sensación?
Está claro que muchas canciones de hoy día pueden envolvernos en la nostalgia, la ira, ansiedad… pero desde mi punto de vista esto tiene que ver muchísimo con la letra. Es el caso de Nacho Vegas, ¿qué seguidor de este hombre no ha sentido los sentimientos que él sentía al escribir sus letras?
Aunque quiero llegar más lejos con esto. A las letras más subjetivas si aún cabe, o incluso en un idioma no tan conocido para nosotros como para comprender lo que quieren decirnos, ¿puede producir una canción la excitación sexual, sin estar pensando en el acto o la persona en sí, simplemente a través del sentido de la audición, con el resto de la mente en blanco si esto fuera posible? Yo, sin basarme en estudios de universidades americanas, pienso que sí.
Respecto al orgasmo, no fue digno del placer físico que éste provoca, pero fue una de las sensaciones que más me llenó el ‘’alma’’ que he sentido en mi vida.

jueves, 12 de abril de 2012

Hazte Lapón y El baile de la medusa


Texto para: El enano rabioso
El baile de la medusa es el último título de este grupo madrileño que a la mayoría de vosotros, como poco, les sonará. Yo ya digo que a primera oída ya conocía algún que otro tema, seguramente de laVogue o sabe dios qué.
Hazte Lapón son Lolo (guitarra y voz), Saray (teclado, melódica, acordeón, voz, coros), Koldo (guitarra), Jesús (bajo, coros, piano), Omar (guitarra y ukelele) y Rosa (batería).
Para quienes no conozcan a estos chicos, aún no tienen ningún disco en la calle, pero sí EPs de alta calidad, como su anterior single, que incluía un tema que casi se convirtió en himno, Un romance en la oficina, junto a Alejandra Andrade (Je Prefiere François Hardy).
Aunque parece que con este último single pretenden dar un giro un poco a su aspecto exterior, siguen manteniendo su interior, sus letras irónicas y contundentes, su pop melódico cotidiano. Este giro se alza hacia el electropop que ahora está de moda en países anglosajones, pudiendo recordarnos un poco su estilo al de Clap Your Hands and Say Yeah, o incluso, cuando Saray se lanza a cantar en el tema Bucles, a los I Break Horses.
Como tema preferido del Single me quedo con el homónimo a este, El baile de la medusa. Es un tema que vale tanto para conducir, como para bailarlo en una noche de despilfarre, así como para hartarte de dar saltos en la primera fila de cualquier garito en la que lleguen a interpretarla.
Para dar un paseo por estos tres temas de los chicos lapones, Sara perchi te amo es el último tema de este EP. Es un tema escrito, creo, en italiano, aunque no lo tengo muy claro, y no es por la pronunciación de Lolo, es por mi entendimiento. Este tema recuerda lejanamente a un clásico romántico de Umberto Tozzi y Mónica BellucciTi amo, que claramente puede verse que, como poco, podría ser un guiño hacia este tema, muy bien hecho por cierto, y sin abandonar su atmósfera electropop.
Bucles, un tema que se introduce muy acertadamente con una melódica y en el que cantan a dúo casi todo el tema, está bastante elaborado también, que desde mi punto de vista posee unos arreglos abundantes, pero no sobrantes, bien colocados. Este, para mí, es el tema menos electrónico, aunque sigue estando la presencia de las bases electrónicas.
Con esto, he de decir que espero que El baile de la medusa sea el paso anterior al lanzamiento de un disco de los chicos de Hazte Lapón.
Podéis visitar el Bandcamp del grupo.

miércoles, 4 de abril de 2012

Siete Picos

Cosmen Adelaida son unos muchachos con mucho genio e ingenio, así como paciencia, insistencia y no, no son de Palencia, son madrileños. Beatriz Page (teclado, voces), Elisa Pérez (batería, voces), Marcos  Domínguez (bajo, voces), Javier Egea (guitarra, voces) y Nacho de la Hoz (guitarra, voces) forman la banda. Estos muchachos han sabido sacar de sus respectivos instrumentos el sonido más ochentero, sucio y limpio a la vez, con siete canciones muy trabajadas, y letras que también dan que pensar.


Pop dulce, melódico, nostálgico y amable, con sus voces reverberizadas, sus teclados muy presentes, y todas sus cosas como tienen que sonar para entrar plenamente en la escena del pop independiente de Madrid, y básicamente, de España entera, ya que este año, uno de los festivales más característicos de esta escena ha apostado por esta banda, Cosmen Adelaida, para que debuten en su jueves de presentación.
Después de que el Genio Equivocado les echara un ojo y tiraran el anzuelo, ficharon por ellos, y así editaron su primer disco, Siete picos.
Siete Picos fue grabado por el gran Raúl Pérez, en los estudios La Mina, en Sevilla. Este hombre sabe sacar lo mejor de cada grupo, yo no sé cómo lo hace.
De este disco tendría que decir que merece la pena oír canción por canción. Se nota que están muy involucrados en la movida independiente de Madrid. Un espíritu muy ambiental marca canciones como el segundo tema del disco, Siete picos, el homónimo al LP, que también presenta un rasgo de música infantil, de nana, muy bonita.
También hay canciones movidas en el disco, como Si quieres Salgo, que a mí me recuerda lejanamente a La Habitación Roja, pero menos noise.
La canción Alcobendas, de la cual sacaron un videoclip, una canción con una guitarra muy pegadiza y unos teclados muy presentes, así como una letra muy original y bastante currada, marca casi el final del disco, es el sexto tema. Esta canción me ha parecido una gozada.
Equis es otro tema relevante del disco. Abre el disco con un bajo muy destacable.  Las voces y las guitarras están muy acordes, en un juego como de pregunta-respuesta.
El día es el cuarto tema del disco. Es una canción lenta y bastante ambiental; los teclados están muy presentes y tiene una batería muy constante. La voz está bastante lejana. Este tema también me ha gustado, pero en otro sentido. No me ha impresionado, pero me parece bonito. O eso pensaba. Hasta que rompe, y parecía que no iba a hacerlo. En ese cambio, no dejan de estar presentes los teclados, aunque coge más el protagonismo la guitarra. Unas melodías que continúan siendo muy ambientales marcan el tema. Mientras la canción avanza se va volviendo más noise, aunque se limpia siempre que entra la voz.
El disco los completan los temas Inventario y Miss Wisconsin. Estos dos temas son los que menos me han gustado, pero también tienen su historia. En Miss Wisconsin, cuando entra la voz, me recuerda un poco a La Buena Vida, y eso agrada. Sin embargo, Inventario, que tiene un toque más chinarrero, no me ha gustado.
Sea la que sea mi opinión, pienso que deberíais de buscar una oportunidad para encontraros con estos chicos y escucharlos en directo, que de eso no he podido quejarme todavía, y, no sé vosotros, pero en el Contempopránea no pienso perdérmelos.