Realmente, ¿cuántos de nosotros no denominamos música
experimental a la música que nos gusta escuchar? ¿Es la música experimental una
vía de salida para catalogar la de diferente a la música que consideramos ‘’no
comercial’’ a los poco entendidos?
Esta tarde estuve leyendo un fragmento de un artículo
que escribió Jhon Cage, el famoso compositor de 4:33, la obra-silencio. En él,
se apresuraba a plantear la existencia de la música experimental, y añadía que
en un principio no creía en la existencia de ella. Es decir, que la música
experimental, el experimento, es lo que había antes de crear la obra, en
palabras textuales, ‘’como los bocetos predecen a las pinturas y los ensayos a
las representaciones’’. Aunque con el paso del tiempo se dio cuenta de que la
música experimental es aquella que él disfruta y degusta, ya fuera compositor
de la misma o no.
Yo discrepo un poco con esta opinión, no toda la
música con la que podamos disfrutar puede considerarse experimental. Aunque
también me arrimo un poco a su opinión en el sentido de que toda la música es
fruto de un experimento. Es un poco ambigua esta denominación, al menos para
mí.
Muchos críticos musicales de la época denominan
música polémica, o incluso se alejan de llamar música a muchas de las obras que
yo considero experimentales. ¿Quizá el tema de las etiquetas se englobe también
en una cuestión de gustos?
La música experimental, por seguir tirando del grande
Jhon Cage, no es más que una cuestión de sonidos. De ruidos. De silencios en la
música, pero no en el ambiente.
Es cierto que música experimental, por norma general,
se denomina a aquella que ofrece algo nuevo y original, en lo que se refiere a
sonido, como hicieron Björk o Pink Floyd, pero no toda la música experimental
tiene por qué se extravagante. Una música popular enfocada de otra manera
también puede ser experimental. Una versión rock del Canon de Pachelbell, para
mí, es experimental, así como cada una de las obras que tocó Jimi Hendrix en el
Woodstock, haciendo rugir su amplificador en un ruido nunca antes escuchado,
quiero decir con este ejemplo, que sonaba ‘’bonito’’, sonaba ‘’bien’’. No, que
cuando nos referimos a la música experimental hoy día ‘’es aquella música que
suena disarmónica y rara, que puede gustar o no, pero es rara’’. A nadie le
pareció raro en el sentido ‘’mal’’ lo que hizo Jimi Hendrix.
El sonido es el sonido, y todo el mundo puede verse capaz
a experimentar con él. No por hacer sonidos ‘’fáciles’’ deja de ser música
experimental, y tampoco por hacer sonidos ‘’incongruentes y disonantes’’ pasa a
convertirse en ella, o a clasificarse de polémica.
Desde mi más humilde opinión, creo que la música
experimental y la música polémica no se encuentran en la misma órbita del átomo
gigante que es la música (aunque puedan darse ambos casos).